5 Razones para jugar a juegos de mesa en lugar de videojuegos

Hay una motivación inequívoca que nos lleva a encontrarnos con ambos mundos (el de los juegos de mesa y el de los videojuegos) y esa es la necesidad del ser humano de pasarlo bien. Pero, ¿realmente hay que elegir?, ¿hay cosas que encontramos en los videojuegos que no puedan ofrecernos los juegos de mesa o viceversa?. Quédate hasta el final y te contamos las claves.

¿Qué buscamos en los juegos de mesa?

Partiendo de la idea de que todos los juegos de mesa son divertidos y que acudimos a ellos para entretenernos, lo cierto es que además, nos ofrecen una serie de beneficios adicionales. Los juegos de mesa son una herramienta muy poderosa para ayudarnos en la creación y consolidación de vínculos familiares y a trabajar el desarrollo social y el aprendizaje, sobretodo con los niños.

¿Por qué son tan populares los videojuegos?

Los videojuegos aparecieron por primera vez en el mundo alrededor de la década de 1970. Por aquel entonces eran algo muy básico e ingenuo (si lo miramos desde nuestra perspectiva actual), pero desde un primer momento tuvieron un éxito rotundo. El crecimiento de la industria del videojuego fue mucho más pronunciado que el de ninguna otra herramienta dedicada al juego que se conociera hasta entonces.

Hay estudios que indican que la gente de todo el mundo pasa varios miles de millones de horas a la semana jugando a los videojuegos y es ahí donde cabe preguntarse; ¿qué tienen de especial para que personas de diferentes culturas y nacionalidades se sientan tan poderosamente atraídos por ellos?.

Los videojuegos nos permiten representar por un rato el papel de alguien que no somos, pero que quizás nos gustaría ser; el gran futbolista, el conductor de coches rápidos, el aventurero o el salvador de la humanidad. En definitiva, una nueva identidad y un mundo que poco tienen que ver con la rutina que nos rodea.

5 razones de peso para jugar a juegos de mesa

Aunque somos conscientes de que hay un momento adecuado para cada experiencia lúdica y sin ninguna intención de demonizar a los videojuegos, lo cierto es que hay bastantes razones que nos llevan a preferir abiertamente los juegos de mesa. Son las siguientes:

1-Mejoran nuestras habilidades sociales y satisfacen nuestra necesidad de relacionarnos. Esto no significa que los videojuegos no nos permitan iniciar o consolidar relaciones personales, pero hay algunos factores en el transcurso de la experiencia de juego con un tablero o con unas cartas que consiguen que la escena para relacionarse sea mucho más favorable.

2-Los jugadores se miran cara a cara, siendo capaces de descifrar por gestos cualquier necesidad de los demás participantes.

3-Los tiempos más pausados (propios de los juegos de tablero o de cartas) dan lugar a llevar alguna conversación ligera de forma paralela, hacer chistes o contar anécdotas con un mayor contacto visual. Cuando varias personas se sientan alrededor de una mesa siempre surge algo especial y eso es parte de la magia de cualquier partida.

4- Los juegos de mesa son una herramienta fantástica para trabajar la enseñanza de valores y otros aspectos en los más pequeños. Por ese motivo, cada vez más profesores están apostando por introducirlos en las aulas como parte del aprendizaje, ya que pueden ser el fin pero también el medio que nos lleve a alcanzar otras metas como:

• La aceptación y la asimilación de reglas

• Aprender a ganar y también a sobrellevar la frustración de la derrota

• Desarrollar estrategias y reconducirlas cuando éstas han fallado

5- La razón más importante de todas es la meramente lúdica y es que los juegos de mesa son super divertidos. Olvídate de esa idea equivocada de que son solo para niños o de que si eres un adulto te vas a aburrir. Hay juegos de todo tipo para satisfacer las necesidades de todos. Están aquellos que prefieren estrujarse el cerebro con tácticas o partidas de varias horas o los amantes de los denominados fillers; juegos de partidas más rápidas y reglas fáciles de aprender, ideales para compartir una sobremesa o una velada con unas patatas y alguna cerveza.

Esperamos que esta nota te haya servido para despejar algunos prejuicios y te animes a subirte al carro de uno de los hobbies más de moda en todo el mundo.