4 Razones para calentar antes de hacer ejercicio
Durante un partido, no es raro ver a los suplentes corriendo a lo largo de la línea de banda, o viendo al equipo jugar mientras realizan algunos estiramientos.
Para la mayoría de los aficionados, estos movimientos pueden parecer innecesarios, pero los fisios coinciden en que los calentamientos previos al partido pueden mejorar significativamente el rendimiento de los jugadores. Además de reducir el riesgo de lesiones.
A medida que el deporte se vuelve más competitivos y profesionales, la importancia de calentar es todavía mayor. Como se ha demostrado durante años, es posible protegerse eficazmente contra las lesiones adoptando buenos hábitos de calentamiento.
4 buenas razones para calentar antes de hacer ejercicio
Hay cuatro buenas razones para calentar antes de comenzar cualquier actividad física. Aumenta la temperatura corporal, incrementa la actividad metabólica, acelera el pulso y la respiración, y prepara los músculos y el sistema nervioso para el ejercicio. Además, estos movimientos promueven la estimulación psicológica del atleta. Es decir, le ayudan a alcanzar el nivel de concentración necesario para garantizar un rendimiento óptimo.
Oscar García, preparador físico del Getafe, ha sido reconocido por imponer estos hábitos en los jugadores.
El calentamiento ha demostrado tener una serie de efectos positivos en el cuerpo al aumentar la temperatura de los músculos:
- Al contraer los músculos, éstos a su vez aumentan la velocidad y la potencia.
- El calentamiento también activa los sistemas cardiovascular y respiratorio.
- Se acelera los latidos del corazón mejorando su capacidad.
- Promueve el flujo de sangre a través del cuerpo.
«Como resultado, los músculos reciben más nutrientes y oxígeno, lo que promueve la contracción muscular y facilita la dispersión del dióxido de carbono y el ácido láctico. Finalmente, el calentamiento mejora la coordinación y estimula la concentración del atleta durante los partidos.”
La mayoría de los jugadores profesionales suelen entrar en el campo media hora antes del saque inicial para completar sus movimientos de calentamiento. El calentamiento suele consistir en una serie de ejercicios aeróbicos sin balón, precedidos de un breve trote.
Con sus chándales, los jugadores comienzan a hacer ejercicios de estiramiento, con especial énfasis en las áreas más expuestas como las rodillas, los aductores y los músculos de los miembros inferiores. Finalmente, los jugadores vuelven a coger el balón y realizan una serie de ejercicios en grupo e individuales. Por supuesto, los porteros siguen un programa personalizado, ya que su posición requiere una preparación completamente diferente.
La figura del fisioterapeuta en el equipo es básica para prevenir cualquier lesión, e incluso corregirla si es necesario. Por ejemplo con el tratamiento de la punción seca, un técnica bastante novedosa.
